Duplicar el alto de los edificios de Cuenca en zonas como la avenida Ordóñez Lasso o Totoracocha es una meta cada vez más cercana. El Municipio llegó a un acuerdo con la Cámara de la Construcción para normar el crecimiento en altura de la ciudad.
El vicealcalde Pablo Burbano indica que se ha llegado a un consenso para que los constructores que deseen incrementar la altura de sus edificios entreguen una contraparte a la ciudad que no sea precisamente dinero en efectivo.
Para poder construir más pisos, los propietarios de los inmuebles podrán acceder a tres opciones: generar edificaciones ambientalmente sostenibles, entregar recursos para la reconstrucción y conservación de casas patrimoniales privadas o invertir en vivienda social.
“Con esto estamos garantizando el equilibrio ecológico, les damos una alternativa a los propietarios de casas patrimoniales para que conserven sus bienes y fortalecemos la construcción de viviendas a bajo costo que, en Cuenca, son prácticamente imposibles de hacer desde el sector público”, señala.
Estos aportes se harán a través de una fórmula que cuenta con la aceptación de la Cámara de Construcción, indica María Cristina García, presidenta del gremio.
El beneficio, indica, es evidente, en lugar de comprar nuevos terrenos para construir más edificios, los constructores pagarán un valor por la edificabilidad (permiso de construcción) y aportarán a que la ciudad no se siga expandiendo de manera desordenada, explica García.
Con ella coincide Robert Murillo, presidente del Colegio de Arquitectos del Azuay, quien indica que esta opción reduce los gastos en compra de terrenos y equipamiento de servicios básicos lo cual incentiva al sector de la construcción.
Dicho incentivo es indispensable para el sector ya que redujo sus ganancias en Cuenca en un promedio de entre 20 % y 23 % en el último año, según datos del Banco Central del Ecuador. Burbano, quien además está vinculado al gremio de arquitectos, asegura que hay 100 millones de dólares de inversión a la espera de oportunidades en la ciudad.
El crecimiento vertical de Cuenca es además una necesidad de todos. La informalidad en el sector periférico alcanza el 80 %, según datos del Municipio y si la ciudad sigue ampliándose de forma horizontal se necesitarán 3.000 millones de dólares al 2030 solo para cubrir la dotación de vías y servicios básicos.
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