Tres locales fueron clausurados ayer en la vía rápida Cuenca-Azogues en un operativo liderado por la Dirección de Control Urbano y con la presencia de personal de la Agencia de Regulación y Control, ARCSA, y de la Policía Nacional.
El director de Control Urbano, Carlos Álvarez, colocó los sellos de clausura y explicó que los propietarios tienen 10 días para obtener los permisos correspondientes.
Indicó que previo a la clausura, los dueños son notificados. “Son negocios que no tienen ningún permiso de Control municpal para su funcionamiento, además, no garantizan seguridad para los consumidores”, dijo.
El personal de ARCSA constató que en uno de los locales de comida la carne no era almacenada de forma adecuada, pues no contaba con un congelador, no tenía baños y la manipulación de los alimentos no era correcta.
Otro de los locales fue clausurado por no contar con permisos de ocupación de suelo del Municipio y un restaurante, por estar ubicado cerca de un pozo séptico, que no garantiza seguridad.
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